-por la Rev. Amy E. Reumann, Directora de defensa de ELCA

 

Oh Dios, nuestra ayuda en épocas pasadas, nuestra esperanza en los años venideros,

Nuestro refugio en la ráfaga de tempestad, y nuestro hogar eterno.

ELW 632, stanza 1 [Adoración Evangélica Luterana 632, primera estrofa] 705pm

 

A mediados de 2018, el Grupo Defensor de la ELCA decidió enfocar la Convocatoria de Defensa, una reunión de defensa para los obispos y líderes clave de la comunidad y ELCA en la intensificación de los desastres como consecuencia del cambio climático. Sabíamos que este tema requería nuestra defensa urgente. Desde ese entonces, millones de personas más han sufrido a raíz del terremoto y el tsunami en Indonesia, los incendios forestales en California, el ciclón Idai en el sureste de África, y las inundaciones generalizadas en la zona central de los Estados Unidos. La tierra gime mientras el calentamiento del clima intensifica la sequía, las inundaciones, los incendios forestales, y aumentan los niveles del mar, y éstos, a su vez, aceleran el hambre, el conflicto, la migración, y afectan el bienestar de cada habitante de nuestro planeta.

Como respuesta a este sufrimiento masivo, nos volvemos a Dios, nuestra ayuda, pidiendo liberación para aquellos que están en peligro. Lamentamos que los impactos del clima golpean primero y en forma desproporcionada a los que menos han hecho para ocasionarlos. Confesamos que los esfuerzos de alivio y recuperación para los supervivientes de desastres naturales no son distribuidos justamente, lo cual refleja y agudiza las inigualdades raciales y de género que se encuentran entretejidas en nuestra sociedad.

Se requiere que el liderazgo de la comunidad de fe, en el corto lapso de tiempo que le queda a nuestro mundo, dé marcha atrás de los peores impactos climáticos. La solución de la crisis climática exige que reimaginemos nuestras relaciones con la creación y las de los unos con los otros. Esto incluye nuestras medidas de repudiar la doctrina del descubrimiento y denunciar la colonización de la creación, las cuales alimentan nuestro consumo interminable. También exige un despertar espiritual a formas nuevas y más vivificadoras de relacionarnos con el mundo creado y los unos con los otros.

Nuestro esta iglesia a la acción persistente y resuelta a favor de la creación y de nuestro prójimo está profundizando. Aprenderemos de la experiencia y del conocimiento experto en el clima y de la respuesta ante desastres de unos y otros, llevaremos importantes conversaciones sobre el clima y un discernimiento comunitario a lo largo de las fallas geológicas de nuestro país, y llamaremos a nuestros líderes a la acción. Estamos involucrados en un esfuerzo continuo por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, asegurar la transición justa de combustibles fósiles en nuestras comunidades, y abordar las pérdidas, daños, y el bienestar de los supervivientes de desastres naturales. Se necesitan urgentemente su voz y su presencia. Mientras nos reunimos, ponemos nuestra confianza en el Dios que nos formó, sopló aliento de vida en nuestro mundo, y nos sostiene ahora y siempre.

 

Antes de que los montes fuesen ordenados o la tierra recibiera su marco,

Desde la eternidad eres Dios, el mismo por siempre y para siempre.

ELW 632, stanza 1 [Adoración Evangélica Luterana 632, tercera estrofa]

 

 

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