Skip to content

ELCA Blogs

Decisiones clave de la Asamblea General de la ELCA

Por Noticias de la Asamblea General del 2016

CHICAGO (16 de agosto de 2016) – Los miembros con derecho a voto de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) aprobaron varias decisiones clave durante la Asamblea General del 2016 de la ELCA celebrada en Nueva Orleans entre el 8 y 13 de agosto. La asamblea es la más alta autoridad legislativa de la iglesia.

Los 945 miembros con derecho a voto:

  • Eligieron a William B. Horne II de la Iglesia Luterana St. Paul en Clearwater, Florida, como vicepresidente de la ELCA. Horne prometió el cargo durante la adoración de cierre el 13 de agosto.
  • Aceptaron la “Declaración sobre el camino”, un documento ecuménico singular que señala un sendero hacia una mayor unidad entre católicos y luteranos. El centro del documento lo ocupan 32 “Declaraciones de Acuerdo” que especifican los puntos donde los luteranos y católicos no tienen diferencias que dividan a las iglesias en temas como la iglesia, el ministerio y la eucaristía. El documento también presenta las diferencias que se mantienen.
  • Aprobaron AMMPARO, la estrategia de la ELCA para Acompañar a los Migrantes Menores con Protección, Abogacía, Representación y Oportunidades. La ELCA desarrolló esta estrategia en base a los compromisos para defender y garantizar los derechos humanos básicos y la seguridad de los menores migrantes y sus familias; para abordar las causas de raíz de la migración en los países del Triángulo Norte de Centroamérica y en México, así como el trato que se da a los migrantes en tránsito; para trabajar por políticas justas y humanitarias que afectan a los migrantes dentro y fuera de los EE.UU.; para participar como iglesia con todos sus compañeros, afiliados y asociados en la respuesta a la situación migratoria y sus causas, y para abogar por los niños migrantes y sus familias.
  • Aprobaron la lista del Ministerio de Palabra y Servicio. A partir del 1 de enero de 2017, los asociados en el ministerio, diaconisas y ministros diaconales de la ELCA integrarán una única lista unificada del Ministerio de Palabra y Servicio. La asamblea también consideró y aprobó las enmiendas constitucionales derivadas de la lista.
  • Aprobaron la propuesta presupuestaria para el periodo 2017-2019. El presupuesto incluye una autorización del gasto corriente de fondos para 2017 de $65,296,005 dólares y una autorización de gasto para 2017 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $24.8 millones de dólares; una propuesta de ingresos corrientes de fondos para 2018 de $64,057,220 dólares y una propuesta de ingresos para 2018 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $25 millones de dólares; una propuesta de ingresos corrientes de fondos para 2019 de $64,151,175 dólares y una propuesta de ingresos para 2019 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $25 millones de dólares, y autoriza al Consejo Eclesial para establecer una autorización de gasto después de la revisión periódica de los cálculos revisados de ingresos.
  • Aprobaron varias memorias –o propuestas– de los 65 sínodos de la ELCA. Además de las memorias consideradas “en bloque”, la asamblea aprobó por separado lo siguiente: profundizar en las relaciones con las iglesias negras históricas; avanzar hacia un futuro energético responsable; repudiar la Doctrina del Descubrimiento; promover la paz con justicia en Tierra Santa; promover la justicia para Tierra Santa por medio de una inversión responsable; luteranos de origen africano; llamado al discernimiento sobre la política extranjera y militar de los EE.UU; acoger a los refugiados, y apoyar al personal militar, a los veteranos y a sus familias.
  • Eligieron miembros para prestar sus servicios en: El Consejo Eclesial, los servicios de Portico Benefits Services, el Fondo de Inversión para la Misión, la Casa Editorial Augsburg Fortress, el Comité de Disciplina y el Comité de Nominaciones.
  • Adoptaron enmiendas a la Constitución, Reglamentos y Resoluciones Concurrentes de la ELCA.

Las actualizaciones legislativas están disponibles en download.elca.org/ELCA%20Resource%20Repository/Legislative_Updates_for_the_2016_Churchwide_Assembly.pdf.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

Share

La asamblea de la ELCA recibe el informe final del vicepresidente, entre otras cosas

 

Por Noticias de la Asamblea General del 2016 

NUEVA ORLEANS – Tras reconocer a la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) como una iglesia del Libro de la Fe, Carlos Peña, vicepresidente de la ELCA, reflexionó sobre el capítulo 10 de Lucas al inicio de su informe final del 9 de agosto ante la Asamblea General del 2016 de la ELCA.

“Es abundante la cosecha, pero son pocos los obreros”, dijo Peña. “En ocasiones pienso que eso se debe a que hay tanta cosecha que no sabemos por dónde empezar.

“Miren dónde los ha plantado Dios. Dios los ha puesto ahí por una razón. … No se necesita viajar de un extremo a otro del país para participar en la manifestación más reciente. Su cosecha puede darse en su propio lugar de trabajo, su propio hogar, sus organizaciones, su comunidad. Hay muchas cosas que hacer cerca de casa”.

En su informe, Peña explicó las recomendaciones del Consejo Eclesial de la ELCA con respecto a las decisiones que debe considerar la asamblea, incluida la elección de un nuevo vicepresidente. Peña, quien ha prestado sus servicios en calidad de vicepresidente desde 2003, ha decidido no buscar un tercer mandato.

La primera votación para la elección de vicepresidente se celebró el 8 de agosto con 716 votos emitidos por los miembros de la asamblea con derecho a voto. Se necesitaba un total de 541 votos para resultar elegido. Los tres resultados más altos fueron: 102 votos emitidos para William B. Horne de Clearwater, Florida; 62 para Gwen Arneson de Cottonwood, Minnesota, y 45 para Thomas Madden de Rochester, Nueva York. No hubo elección esa vez.

Tras el informe de Peña, la asamblea se puso en pie para reconocer sus 13 años de servicio. A Peña se le entregó el Galardón Servus Dei, que honra a los funcionarios de la ELCA al finalizar sus mandatos.

“Damos gracias a Dios por las contribuciones realizadas por Carlos a la vida de esta iglesia”, dijo Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la ELCA. “Que Dios le conceda la esperanza inquebrantable en el Evangelio que proclamamos y el deleite de recordar el privilegio de servir como cuarto vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

Ese día, la asamblea también escuchó una introducción a la “Declaración sobre el camino”, presentada por Mark S. Hanson, obispo presidente emérito de la ELCA, y Denis J. Madden, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Baltimore, ambos copresidentes del grupo de trabajo de la Declaración sobre el camino. El documento resume 50 años de diálogo entre luteranos y católicos en preparación para el aniversario de la Reforma.

“El texto invita a los miembros de la ELCA a reclamar y celebrar lo lejos que han llegado los católicos y luteranos en el diálogo ecuménico, y busca inspirar a los miembros de la ELCA a continuar con la obra teológica que los luteranos y católicos han realizado juntos de una manera tan fructífera; a seguir creciendo en oración y estudio comunes, y a proseguir con la colaboración y la atención a un mundo lastimado que Dios tanto ama”, dijo Hanson.

“La esperanza es que esta declaración pueda contribuir a la reforma continua de la iglesia y a crecer en la comunión entre católicos y luteranos”, dijo Madden.

Tras concluir la presentación, Hanson dijo: “Lo que tenemos ante esta asamblea es la oportunidad para que la iglesia, guiada por su visión de la unidad cristiana y en reclamación de la gracia de Dios, dé este paso adicional ‘sobre el camino’ mientras recorremos la jornada hasta el 2017 y años posteriores”.

En otra presentación ante la asamblea, la reverenda M. Wyvetta Bullock, ejecutiva de administración de la ELCA, introdujo la propuesta presupuestaria para el periodo 2017-2019, desarrollada en consulta con el comité de presupuestos y finanzas del Consejo Eclesial y aprobada por el consejo. La asamblea considerará y votará la adopción de la propuesta presupuestaria para el siguiente trienio el 10 de agosto.

“La propuesta presupuestaria para el siguiente trienio que tienen ante ustedes gira alrededor de la misión a la que creemos que Dios está llamando a esta iglesia”, dijo Bullock. “Cada dólar representa nuestra esperanza de tocar una vida y formar parte de la obra transformadora de Dios en el mundo. Ya sea una subvención para iniciar una nueva congregación, apoyo para líderes nuevos y emergentes, acompañamiento de los asociados globales o ecuménicos, o mayordomía de la infraestructura necesaria para hacer posible que se produzca el ministerio en este país o en cualquier parte del mundo, este presupuesto representa la manera en que somos una iglesia unida para bien del mundo”.

Bullock reveló a la asamblea que la propuesta presupuestaria combinada de 2017 para los fondos operativos corrientes y el Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial es de $90,096,005 dólares.  La mayor parte de la propuesta de ingresos proviene de los ingresos para el apoyo a la misión, calculados en $43.8 millones de dólares.  Apoyo a la misión es la parte de las ofrendas financieras regulares de las congregaciones de la ELCA que se comparte con los sínodos y la organización nacional para apoyar a los ministerios de la ELCA más allá de la congregación.

Bullock dijo que la categoría más grande en cuanto a gastos en la propuesta presupuestaria combinada está proporcionando alivio y desarrollo en este país y en todo el mundo.  Otras grandes categorías de gastos incluyen la expansión de la ELCA, el crecimiento de la iglesia luterana en todo el mundo y el apoyo y desarrollo de líderes actuales y futuros en la ELCA.

La asamblea también escuchó una introducción de AMMPARO –la estrategia de la ELCA para Acompañar a Menores Migrantes con Protección, Abogacía, Representación y Oportunidades– a considerarse durante la sesión plenaria de la tarde del 10 de agosto.

En la presentación, el reverendo Rafael Malpica Padilla, director ejecutivo para la Misión Global de la ELCA, describió las condiciones que llevan a las personas a dejar sus hogares en busca de refugio en los Estados Unidos.

“En cantidades nunca antes vistas, más de 65 millones de personas de todo el mundo se han visto desplazadas de sus hogares por la violencia, la pobreza y la marginación económica, el efecto del cambio climático en sus comunidades, la guerra y las luchas civiles”, explicó. “Como ELCA, no podemos mantenernos en silencio ni estar inactivos. Estamos emprendiendo acciones. Estamos trabajando con compañeros de todo el mundo y de los Estados Unidos para acoger al forastero y proporcionar refugio”.

Tras enfatizar que AMMPARO es una respuesta integral de toda la iglesia, el reverendo Stephen P. Bouman, director ejecutivo de la Misión Doméstica de la ELCA, dijo que la estrategia “incorpora a las tres expresiones de la ELCA: las congregaciones, los sínodos y la oficina nacional, además de a aliados estratégicos como los asociados ecuménicos, las organizaciones luteranas de ministerio social y asociados de confianza como el Servicio Luterano para la Inmigración y los Refugiados”.

“Arrancamos con este proceso escuchando a los migrantes en este viaje”, dijo Bouman. “Después de escuchar las muchas historias y mirar de primera mano las condiciones que enfrentan los migrantes en todos los puntos de este viaje, llegamos juntos a crear una iniciativa que proporcionaría una respuesta integral en todos los puntos del viaje de los migrantes. Esta iniciativa está creciendo orgánicamente pues este movimiento está reuniendo las muchas cosas que ya están sucediendo en nuestra iglesia”.

La asamblea también recibió:

  • Una visión general e introducción a las enmiendas constitucionales que se considerarán en la implementación de la lista propuesta de palabra y servicio. Esta decisión se considerará el 12 de agosto.
  • Un informe del Comité de Nominaciones.
  • Los saludos del obispo Medardo Gόmez de la Iglesia Luterana Salvadoreña en El Salvador; Beth Lewis, presidenta y directora ejecutiva de 1517 Media, también conocida como Casa Editorial Augsburg Fortress, y Patti Austin, presidenta de Mujeres de la ELCA.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

 

Share

La asamblea de la ELCA honra a Carlos Peña con el galardón Servus Dei

Por  Noticias de la Asamblea General del 2016

NUEVA ORLEANS (9 de agosto de 2016) – Carlos Peña, vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) recibió el galardón Servus Dei durante la Asamblea General del 2016 de la ELCA. La medalla Servus Dei (Siervo de Dios) se concede para honrar a los funcionarios de la ELCA a la finalización de sus mandatos. Peña, quien ha prestado sus servicios en calidad de vicepresidente desde 2003, ha decidido no buscar un tercer mandato.

Una cita aprobada por el Consejo Eclesial de la ELCA en reconocimiento al servicio de Peña declara: “Durante su permanencia en el cargo, Carlos demostró un compromiso sincero con la fe y una compasión genuina por las personas de las congregaciones y comunidades de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

Al presentar el galardón, Elizabeth Eaton, obispa presidente de la ELCA, dijo: “Damos gracias a Dios por la contribución que Carlos ha hecho a la vida de esta iglesia. Aunque Carlos ha elegido poner fin a sus servicios como vicepresidente, recordamos Eclesiastés 3: ‘Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo’.

“Carlos seguirá con su dedicación al testimonio y servicio en la vida cotidiana en la variedad de otras actividades que emprenda. Al traspasar sus responsabilidades como vicepresidente a su sucesor, que Dios le conceda la esperanza inquebrantable en el Evangelio que proclamamos y el deleite de recordar el privilegio de servir como cuarto vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

En su alocución a la asamblea, Peña dijo: “Si me hubieran dicho en Milwaukee en 2003 que sería elegido vicepresidente de esta gran iglesia, yo hubiera respondido: ‘Ni hablar. Soy un empresario, el propietario de un negocio. ¿Qué sé yo de la obra de Dios? ¿Qué pueden saber estas manos de la obra de Dios?’ No hubo un solo día en Milwaukee que no le preguntara a Dios: ‘¿Por qué yo? ¿Por qué yo?’ Pero eso cambió rápidamente a ‘¿Por qué no yo?’ Y cuando Dios llamó, Dios proveyó, y me siento agradecido por ello. Han sido unos 13 años estupendos. Y gracias una vez más por todo su amor, apoyo y oraciones durante estos años. Gracias sean dadas a Dios”.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

Share

La ELCA aprueba el documento ecuménico entre luteranos y católicos

Por Noticias de la Asamblea General del 2016

NUEVA ORLEANS (10 de agosto de 2016) – La Asamblea General del 2016 de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) dio pasos importantes el miércoles para avanzar en la misión de esta iglesia como iglesia para bien del mundo.

Por un voto de 931 a 9, la asamblea aceptó por abrumadora mayoría la “Declaración sobre el camino”, un documento ecuménico único que señala el sendero a seguir hacia una mayor unidad entre católicos y luteranos. Tras la votación, una emocionada asamblea se puso en pie para aplaudir esta histórica decisión.

En el centro del documento se sitúan 32 “Declaraciones de Acuerdo” que especifican dónde no tienen luteranos y católicos diferencias divisorias sobre temas de iglesia, ministerio y eucaristía. De manera más tentativa, el documento también explora las diferencias que sí se mantienen.

“Queridas hermanas y hermanos, hagamos pausa para honrar este momento histórico”, exhortó Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la ELCA, al dirigirse a la asamblea tras la votación. “Aunque aún no hemos llegado, hemos declarado que nos encontramos, de hecho, en el camino hacia la unidad. Después de 500 años de división y 50 años de diálogo, esta acción debe entenderse en el contexto de los demás acuerdos significativos que hemos alcanzado, más notablemente la ‘Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación’ en 1999”.

“Esta ‘Declaración sobre el camino’ nos ayuda a materializar más plenamente nuestra unidad en Cristo con nuestros asociados católicos, pero también sirve para impulsar nuestro compromiso con la unidad con todos los cristianos”, manifestó Eaton.

Para honrar el momento, Eaton entregó al obispo Denis J. Madden, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Baltimore y copresidente del grupo de trabajo de la “Declaración sobre el camino”, un regalo de comunión que se elaboró especialmente para la asamblea. Mark Hanson, obispo presidente emérito de la ELCA, sirvió como copresidente del grupo de trabajo por parte de la ELCA. El grupo de trabajo se había reunido y había presentado a la iglesia los acuerdos alcanzados en los diálogos entre luteranos y católicos.

“Me siento tan privilegiado y tan agradecido por haber pasado estos días con ustedes. Por hablar con ustedes, compartir tiempo con ustedes y orar con ustedes”, dijo Madden. “Les doy las gracias por permitirnos a mí y a mis colegas unirnos a ustedes en las celebraciones de la eucaristía, lo cual ha sido una enorme alegría y será siempre un recordatorio de que pronto vamos a celebrar estas cosas juntos como un solo cuerpo”.

La asamblea expresó gratitud por este texto ecuménico pionero y alabó la declaración (junto con otros textos ecuménicos) como recurso “para la vida en común de la iglesia al acercarnos al 2017 y para los años posteriores”. Con respecto a la Declaración de Acuerdos, la decisión de la asamblea de recibir las 32 afirmaciones comunes “reconocía que ya no existen cuestiones que dividan a la iglesia entre luteranos y católicos con respecto a estas declaraciones.

En otro importante asunto, la asamblea votó 921 a 11 a favor de AMMPARO, la estrategia de la iglesia para Acompañar a Migrantes Menores de Edad con Protección, Abogacía, Representación y Oportunidades.

La ELCA desarrolló esta estrategia en base a los compromisos para defender y garantizar los derechos humanos básicos y la seguridad de los niños migrantes y sus familias; abordar las causas de raíz de la migración en los países del Triángulo Norte de Centroamérica y en México, así como el trato que se da a los migrantes en tránsito; trabajar por políticas justas y humanitarias que afectan a los migrantes dentro y fuera de los EE.UU.; participar como iglesia con todos sus compañeros, afiliados y asociados para dar respuesta a la situación de la migración y sus causas, y abogar por los niños migrantes y sus familias.

La asamblea también votó por 895 a 23 aceptar la propuesta presupuestaria para el periodo 2017-2019, aprobada y recomendada por el Consejo Eclesial de la ELCA. La propuesta presupuestaria incluye:

  • una autorización para el gasto corriente de fondos para 2017 de $65,296,005 dólares y una autorización para el gasto del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial en 2017 de $24.8 millones de dólares;
  • una propuesta para el ingreso corriente de fondos para 2018 de $64,057,220 dólares y una propuesta de ingresos del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial en 2018 de $25 millones de dólares, y
  • una propuesta para el ingreso corriente de fondos para 2019 de $64,151,175 dólares y una propuesta de ingresos del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial en 2019 de $25 millones de dólares.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

 

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:
La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

Share

Meet Molly

-Molly Beck Dean

Hi! My name is Molly and I serve as the Program Director for the ELCA Youth Gathering or Gathering Director for short. I began as director in January 2015 and accompanied former director, Heidi Hagstrom, and the other 2015 leadership in the months leading up to the Gathering.

So while I’m still relatively new on staff, my passion for and involvement in the Gathering started many years ago. In July of 1997, I boarded a bus in North Dakota and headed to New Orleans for the Gathering. That week was transformative for me. I experienced God in a new way. I saw how huge the ELCA was, and I was delighted in knowing tens of thousands of other teens shared in the Lutheran faith with me. I made lifelong friends, experienced an exciting city, and learned how important an adult youth worker can be in your life.

I am also fairly certain that the Gathering cemented God’s calling for my life. I returned home fired up about youth ministry, dove deeply into leadership within my synod, and rededicated myself to ministry in my congregation. I went on to serve as Director of Youth & Family Ministry at St. John in Fargo and as assistant program staff for the Northwestern Minnesota Synod and the ELCA Youth Ministry Network. For two summers, I was on staff with Lutheran Outdoor Ministries of Florida. In 2002, the Holy Spirit called me to Philadelphia where I joined the Southeastern Pennsylvania Synod as their Youth Ministry Specialist for almost thirteen years.

Youth ministry is my calling. Showing young people the magnitude of God and God’s church is my passion. Walking alongside young leaders is my honor. Creating a community of support for adult youth workers is my delight. I love God and feel blessed to be doing this work in the ELCA.

My first love is my family! My husband and two children are on this crazy journey alongside me. We are making our new home in Illinois, and I am so grateful for their love and support.

Blessings!

Share

De la persecución al testimonio

Por Elizabeth Eaton

Desde hace muchos meses nos han estado pidiendo algún tipo de declaración sobre la persecución de los cristianos en todo el mundo. Parece ser una cuestión sin complicaciones: Los cristianos están sufriendo en Iraq y Siria, en Nigeria y Egipto. Los palestinos cristianos encuentran una presión intensa. Los cristianos de algunas partes de la India están amenazados. Algunos incluso dirían que los cristianos estadounidenses se encuentran en estado de sitio. Las atrocidades cometidas contra los cristianos por el Estado Islámico, Boko Haram, al-Shabab y otros aparecen con regularidad en las noticias. Escuchamos que en años recientes han sufrido martirio más cristianos que en los primeros tres siglos del movimiento cristiano.

Cada caso de violencia contra los cristianos es profundamente doloroso. Existen hermanos y hermanas en todo el mundo cuyas vidas forman parte de la pasión de Cristo. En algunos países están persiguiendo a algunas personas porque son cristianas. Pero esta es una cuestión compleja. ¿Están sufriendo y muriendo los cristianos como testigos de la fe? Sí. Pero en muchos lugares el conflicto interreligioso ha sido utilizado como un pretexto calculado para conseguir ventajas políticas. El discurso de religión contra religión, o de religión contra la sociedad, es una forma eficaz de generar apoyo para la causa de alguien específico. Lamentablemente, la sospecha y el miedo al “otro” conducen a la intolerancia y la discriminación.

La persecución a los cristianos no es nueva. Los mártires han existido desde los principios de la iglesia. Esteban sufrió martirio con el consentimiento de Pablo, quien fue martirizado por el imperio romano. Pablo citó los salmos, escribiendo: “Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!” (Romanos 8:36).

La indignación es una reacción natural a las decapitaciones y las crucifixiones. El instinto de devolver el golpe es comprensible. Muchos luteranos aceptan que la fuerza letal puede ser necesaria en un mundo desolado. La venganza, sin embargo, no es una opción para un cristiano.

Elevo mis oraciones porque ninguno de ustedes sufra nunca la violencia por la fe, pero cada generación ha tenido que hacer frente a la hostilidad. El teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer escribió: “Soportar la cruz no es una tragedia, es el sufrimiento que es fruto de una alianza exclusiva con Jesucristo”.

“Mártir” es una palabra griega que significa “testigo”, “dar testimonio”. Un testigo también puede ser un símbolo que testifique que se ha logrado una acción prometida. Cuando hablamos sobre la persecución de los cristianos, la verdadera cuestión es: “¿Cuál será nuestro testimonio?”

Esta es una historia de cómo respondieron a esa pregunta algunos luteranos de Etiopía. Sucedió en uno de nuestros sínodos compañeros. Unos musulmanes quemaron una iglesia pensando que estaban atacando a católicos romanos. Pero por error quemaron una iglesia luterana. Fueron arrestados y enviados a la cárcel. En esa región el cuidado de la higiene y alimentación de los prisioneros es responsabilidad de sus familias. Pero los miembros de la iglesia luterana pidieron a las autoridades que les permitieran cavar las letrinas de los prisioneros y alimentarlos. Ese fue su testimonio ante la persecución.

Los cristianos no son los únicos a los que se identifica y persigue por su religión. Se ha reportado que el Estado Islámico ha asesinado a más musulmanes que a miembros de cualquier otro grupo. Nuestro testimonio debe ser el de trabajadores por la paz y defensores de las minorías religiosas en nuestro país y en todo el mundo. Debemos ser los que alcemos la voz cuando se caracterice falsamente a religiones enteras por las acciones de unos extremistas. No aceptaríamos que se definiera al cristianismo por el Ku Klux Klan o el movimiento de Identidad Cristiana. No debemos definir a comunidades enteras por la distorsión de su religión.

La cruz es el símbolo visual que nos ha dado Dios de que se ha alcanzado una acción prometida. Es la señal de Dios en la arena. Es el testimonio de Dios de la verdad de que “en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencida de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:37-39).

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América. Esta columna apareció por primera vez en la edición de junio de 2016 de la revista en inglés The Lutheran. Reimpreso con permiso.

Share

Eaton escribe carta a líderes de la ELCA invitándoles a que prediquen sobre raza, diversidad e inclusión

17 de junio de 2016

Estimados líderes ordenados de la ELCA:

Que la gracia y la paz sean con ustedes en el nombre de Jesucristo. Hoy nos unimos a nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo para conmemorar el aniversario de los nueve mártires de Emanuel. Seguimos llorando la pérdida de esas nueve vidas preciosas, y oramos para que sus familias puedan hallar consuelo en el amor de Dios.

Durante el último año, hemos lidiado como nación, y como iglesia, con los retos de enfrentar el racismo. Juntos a través de nuestros diversos ministerios, la ELCA ha participado en oraciones llenas de lamento y ha ido en pos de actos de justicia racial y reconciliación. Estos también han sido tiempos de intensificar la colaboración con nuestros compañeros ecuménicos, entre ellos la Iglesia Episcopal Metodista Africana (AME, por sus siglas en inglés).

El Consejo de Obispos de AME emitió una poderosa declaración para marcar el aniversario de Charleston: http://disciples.org/ecumenical/statement-m-e-bishops-charleston-anniversary/

Deseo dirigir su atención a tres llamados a la acción que les invito a considerar:

  1. Llamamos a otras comuniones, en particular a nuestras comuniones predominantemente blancas, a unirse a nosotros para predicar e instruir y para condenar el racismo.
  1. El Consejo de Obispos de la Iglesia Episcopal Metodista Africana solicita que, durante el fin de semana del 24 al 26 de junio, los clérigos de todo el país busquen un intercambio de púlpito con otra iglesia o grupo religioso y prediquen sobre raza, diversidad e inclusión. Además, que organicen momentos de compañerismo e interacciones entre congregaciones locales. Este intercambio se debe llevar a cabo con una organización cristiana o interreligiosa de una raza o religión distinta. (Por favor, consideren el próximo fin de semana como el inicio de una temporada para tales intercambios, continuando durante los meses de verano).
  1. Que clérigos y organizaciones interreligiosas locales inicien diálogos con líderes políticos locales sobre cuestiones de vigilancia policiaca, educación, vivienda y otros temas donde la raza es un factor e impacta a cualquier grupo de manera negativa.

La tragedia del 17 de junio del 2015, personificó la relación compleja de nuestra iglesia con el racismo. Nuestra relación con el atacante —Dylann Roof, quien era un miembro de una congregación de la ELCA— como también con dos de las víctimas abatidas —la Reverenda Clementa Pinckney y el Reverendo Daniel Simmons, quienes eran egresados del Seminario Teológico Luterano del Sur, en Columbia, Carolina del Sur— nos recuerda tanto nuestra complicidad como nuestro llamado. Juntos confesamos que somos cautivos del pecado de racismo y, al mismo tiempo, nos regocijamos en la libertad que tenemos en Cristo Jesús, quien ha “derribado mediante su sacrificio el muro de enemistad que nos separaba” (Efesios 2:14). Que Dios nos siga guiando mientras buscamos el arrepentimiento y la renovación, la justicia racial y la reconciliación entre todos los hijos preciosos de Dios.

En Cristo,

Elizabeth A. Eaton

 

Share

Obispa presidente de la ELCA emite carta en respuesta a la masacre en Orlando

CHICAGO (ELCA) — La reverenda Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA), emitió una carta en respuesta a la masacre del 12 de junio que cobró las vidas de 49 personas en un centro nocturno de Orlando, Florida. Este es el tiroteo masivo más sangriento en la historia de Estados Unidos. En la carta Eaton declara: “Debemos buscar la paz y reconciliación a la cacofonía del odio y la división. Debemos vivir la verdad de que todas las personas son creadas a imagen de Dios”.

La carta de Eaton continúa:

Estimados hermanos y hermanas en Cristo:

“Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó”. Génesis 1:27

Nos estamos matando a nosotros mismos. Creemos que todas las personas son creadas a imagen de Dios. Toda la humanidad se asemeja a una familia. Las personas asesinadas en Orlando no eran “otros” abstractos, ellas son nosotros. Pero de alguna forma, en la mente de un atacante seriamente perturbado, la comunidad LGBTQ estaba separada de nuestra humanidad común. Esta separación provocó que 49 de nosotros fuéramos asesinados y 54 de nosotros fuéramos heridos.

Vivimos en una sociedad cada vez más dividida y polarizada. Muy a menudo nos separamos en grupos con ideas afines y dejamos fuera a los demás. Esta división no está muy alejada de la demonización. Ayer, fuimos testigos de las consecuencias trágicas que esto conlleva.

Existe otra forma. En Cristo, Dios se ha reconciliado con el mundo. Jesús vivió entre nosotros compartiendo nuestra humanidad. Murió por nosotros para restaurar nuestra humanidad. Dios nos invita a esta obra reconciliadora. Este debe ser nuestro testimonio como Iglesia Evangélica Luterana en América. El perpetrador de este crimen de odio no salió de la nada. Fue moldeado por nuestra cultura de división, que a su vez ha sido deformada por la manipulación de nuestros miedos. Eso no es lo que somos. San Pablo escribió: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!  Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: ‘En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios’”. (2 Corintios 5:17-20).

Nuestra labor empieza ahora. Necesitamos autoanalizarnos, individualmente y como iglesia, para reconocer las maneras en que hemos dividido y en las que hemos sido divididos. Debemos apoyar a quienes que han sido relegados al papel de “los otros”. Debemos buscar la paz y la reconciliación a la cacofonía del odio y la división. Debemos vivir la verdad de que todas las personas son creadas a imagen de Dios.

Esta mañana el personal de las oficinas nacionales de la ELCA se unió en duelo y oración. Oramos por todas aquellas personas que murieron en la masacre de Orlando y recordamos a las nueve víctimas de Charleston que murieron hace apenas un año. Oramos por la familia del atacante, por nuestros hermanos y hermanas de la comunidad LGBTQ y por nuestros hermanos y hermanas musulmanes que ahora se enfrentan al temor de represalias. Oramos por que el Príncipe de Paz nos permita ver el día en que dejemos de matarnos entre nosotros.

Su hermana en Cristo,

Elizabeth A. Eaton

Obispa presidente

Iglesia Evangélica Luterana en América

 

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:

La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en Estados Unidos con más de 3.7 millones de miembros en casi 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se hallan en los escritos del reformista alemán Martín Lutero.

 

Share

¿Podemos responder a la pregunta de “por qué”?

Por Elizabeth Eaton

Para proseguir con mi educación, una vez me inscribí en un curso de introducción a la filosofía en un colegio comunitario de dos años. Yo había estudiado música en la universidad y nunca seguí cursos de filosofía. Como la filosofía y la teología están íntimamente relacionadas, pensé que era hora de que conociera mejor la tradición filosófica de Occidente. Así que me puse a aprender cómo los grandes filósofos han abordado las preguntas de la existencia humana.

Fue una experiencia interesante. Mientras recorríamos los siglos de filosofía occidental, parecía que los filósofos cambiaban el enfoque para abordar las “grandes preguntas”: significado, trascendencia, sufrimiento, el papel de la voluntad. Todo este proceso estaba dirigido por un profesor que decía ser un mormón no practicante quien, me parece, nunca logró superar el ambiente de protesta de la década de los sesenta.

Me resultaba incómoda esta convergencia de un profesor que aún lidiaba con su propio rechazo de su tradición y los sistemas filosóficos que le prestaban más atención al “cómo” frente al “por qué”. No me creí para nada el determinismo, especialmente cuando un estudiante lo usó para explicar una desafortunada decisión que implicaba beber y conducir (nadie salió lesionado). ¿Qué debía hacer una joven luterana?

Mi oportunidad llegó cuando el profesor nos mandó escribir un ensayo sobre lo que habíamos aprendido de cualquiera de las filosofías abarcadas en clase. Me metí de lleno. Era una tarea para conseguir créditos extra, diseñada para dar una segunda oportunidad a los que estaban en peligro de reprobar la materia. Como yo no estaba dentro de esa categoría, inmediatamente me vieron como “uno de esos estudiantes” (estoy segura que mis compañeros usaron un lenguaje menos refinado).

Titulé mi ensayo “Cómo o por qué: mecánica newtoniana vs. metafísica cuántica”. Muy pasado de la raya, pero yo me había puesto una misión. Quería hacer notar al profesor que en la vida hay más que el “cómo” de las cosas, que hay significado y trascendencia aunque no podamos percibirlo mediante la razón o el entendimiento humano. Quería dar testimonio de mi convicción de que en la vida hay muchas más cosas que sólo mecánica y técnica en el camino hacia una conclusión determinista. Y quería señalar la verdad que había experimentado: que existe un ser amoroso y relacional que se preocupa por nosotros y por la creación.

Obviamente el profesor quedó desconcertado por el esfuerzo que puse en el proyecto, además de quitarme cinco puntos por haber usado una contracción. Pero mi punto era entonces, igual que ahora, que como cultura y como iglesia nos hemos vuelto muy competentes para hablar del “cómo” de las cosas. Para la iglesia esto significa que “cómo” se ha convertido en la pregunta que determina dónde concentramos la atención, cómo vivimos y cómo distribuimos los recursos. Hemos desarrollado programas —hermosos programas— para saber cómo llevar a cabo la educación cristiana, la adoración, la mayordomía, la defensa de los derechos, la justicia, el evangelismo, el ministerio global y el ministerio juvenil. No descuiden ninguno de estos.

Pero, ¿podemos como iglesia responder la pregunta de “por qué”?

Al participar este año en la conversación sobre la futura dirección y las prioridades de esta iglesia, esa es la pregunta que debemos responder. Si no podemos responderla claramente y con convicción, no visualizo mucho cambio para nosotros.

En el Catecismo Menor, Martín Lutero nos da cierta dirección:

“Creo que Jesucristo, verdadero Dios, engendrado del Padre en la eternidad, y también verdadero hombre, nacido de la virgen María, es mi Señor. Que me ha redimido a mí, criatura perdida y condenada, me ha rescatado y librado de todos los pecados, de la muerte y del poder del diablo, mas no con oro ni con plata, sino con su santa y preciosa sangre y con su inocente pasión y muerte. Y todo esto lo hizo para que yo sea suyo y viva bajo él en su reino y lo sirva en justicia, inocencia y bienaventuranza eternas, así como él, resucitado de entre los muertos, vive y reina eternamente. Esto es ciertamente la verdad”.

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América. Esta columna se publicó por primera vez en la edición de abril de 2016 de la revista en inglés The Lutheran. Reimpreso con permiso.

Share

Sábado de Gloria – Un espacio entre el Viernes Santo y el Domingo de Pascua

Por Elizabeth Eaton

Ambos tomaron el cuerpo de Jesús y, conforme a la costumbre judía de dar sepultura, lo envolvieron en vendas con las especias aromáticas. En el lugar donde crucificaron a Jesús había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo en el que todavía no se había sepultado a nadie. Como era el día judío de la preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús. (Juan 19:40-42).

Sábado de Gloria. Una pausa. Un espacio entre el Viernes Santo y la Pascua. Un sepulcro lleno y, excepto por el guardia, un huerto vacío. Sin movimiento. En silencio.

No prestamos mucha atención al Sábado de Gloria más que como día de preparación para el Domingo de Pascua. El grupo juvenil tiene que prepararse para el desayuno de Pascua. El gremio del altar está ocupado encargándose de los lirios y preparando el altar. Los supermercados están llenos. Se pintan huevos. Estamos ocupados con un ajetreo de anticipación. Dejamos atrás el Viernes Santo. Incluso la Vigilia Pascual en la noche del Sábado de Gloria anuncia y dirige la mirada hacia la resurrección.

Nosotros, por supuesto, vivimos después de la primera Pascua. Sabemos cómo acaba la historia y se sentiría forzado quedarse en el Sábado de Gloria como si no supiéramos de la resurrección. Pero se nos ha concedido este día santo para hacer una pausa. Se nos ha dado este espacio santo para manifestar nuestro duelo; para estar vacíos; para darnos cuenta que la vida, tal como la conocemos, se ha acabado.

Esto resulta profundamente incómodo en nuestra cultura. Lo vemos en los noticieros cuando se empieza a hablar de un cierre inmediatamente después de una tragedia. Podría ser un intento bienintencionado por aliviar el dolor, pero no sana. Existe un peligro en superar con demasiada rapidez el duelo. Es importante resistirse al ansia de llevar al afligido hacia esa etapa de “cierre”.

No se puede apresurar el proceso de duelo por tragedias como las de Sandy Hook, Mother Emanuel o San Bernardino. Ninguno de los Viernes Santos de nuestra vida lo puede hacer. La resurrección se produjo después de una muerte real. La crucifixión no fue una metáfora. Un corazón dejó de latir. Exhaló su último suspiro. Un hijo murió. Las madres de Siria, El Salvador o el lado sur de Chicago hacen guardia al pie de la cruz.

Pero el Sábado de Gloria es algo más que el santo y necesario espacio para enfrentarse a la muerte sin negaciones, y para llorar sin la anestesia entumecedora del sentimentalismo. Algo mucho más profundo está pasando. Es una invitación a aceptar que la vida, tal como la conocemos, se ha acabado. Todos nuestros planes, toda nuestra premeditación y todas nuestras buenas intenciones se han acabado.

En el Sábado de Gloria se nos invita a dejar atrás nuestra vida y entrar al sepulcro. Nuestro esfuerzo y nuestro sentido de la justicia, así como nuestro pecado, nos atan. Nuestro esfuerzo por salvar nuestra vida nos ata. Esto es así tanto para la iglesia como para cada uno de sus miembros.

Me siento agradecida por la innovación fiel y el constante esfuerzo de todas nuestras gentes y congregaciones. No estoy tan apartada del ministerio parroquial como para no recordar sus dificultades y alegrías. Hay algo noble y querido en los santos que acuden una semana tras otra, un año tras otro, para escuchar y recibir el evangelio y, en respuesta a la gracia, participar en la obra reconciliadora de Dios en el mundo. Pero un día llega la hora en que hay que tomar en serio la enseñanza de Jesús: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará” (Mateo 16:25).

Ese día entre Viernes Santo y Pascua se puede mirar como un vacío, una nada, algo a lo que hay que resistirse a toda costa, algo a llenar. Es la misma reacción que muchos en nuestra cultura manifiestan ante el silencio. Es como si el sonido y la actividad demostraran que todavía existimos. Pero pienso que el espacio entre la crucifixión y la resurrección —verdaderamente aterrador y verdaderamente compasivo— nos llama desde nuestra vida hacia la vida en Cristo. Después de todo, no fue ni el ruido ni el fuego lo que llamó la atención de Elías, sino el sonido del puro silencio (1 Reyes 19:11-13).

Cuando dejemos atrás nuestras vidas y entremos al sepulcro, cuando el silencio nos rodee, entonces veremos que Jesús ya nos precedió, anticipándonos, acogiéndonos para que nos quedemos quietos y muramos en él y encontremos nuestra vida en él. Descansa, querida iglesia.

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América. Esta columna se publicó por primera vez en la edición de marzo de 2016 de la revista en inglés The Lutheran. Reimpreso con permiso.

Share