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Obispa presidente de la ELCA emite declaración sobre Standing Rock

CHICAGO (14 de noviembre de 2016) – La reverenda Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA), emitió la siguiente declaración sobre Standing Rock.

Declaración de la obispa presidente de la ELCA sobre Standing Rock

Al congregarnos para la adoración, solemos comenzar con la confesión y el perdón utilizando estas palabras: “Confesamos que estamos esclavizados por el pecado y no podemos liberarnos nosotros mismos”. La comunidad luterana reconoce que este es un mundo quebrantado y, como parte del mismo, hasta nuestra mejor sabiduría y nuestros mejores esfuerzos se quedan cortos. Con mucha frecuencia, enfrentamos cuestiones extraordinariamente complejas en las que todos los bandos ofrecen argumentos razonados en defensa de su realidad. La situación actual en Standing Rock, en Dakota del Norte, es precisamente uno de esos casos.

La ruta del oleoducto Dakota Access Pipeline (DAPL) atraviesa terrenos en disputa, que la tribu sioux de Standing Rock ve como su patria y su suelo sagrado, incluyendo cementerios. Los defensores del DAPL lo ven como una combinación de propiedad pública y privada. El oleoducto pasará por debajo del Lago Oahe, la principal fuente de agua de la tribu sioux de Standing Rock. Lo que nosotros vemos es la tensión entre dos pueblos que intentan compartir unas mismas tierras. También podemos ver la tensión entre nuestra dependencia de combustibles fósiles y el compromiso que esta iglesia ha asumido de cuidar de la creación.

En agosto, la Asamblea General de la ELCA de 2016 aprobó una resolución en la que se repudiaba la doctrina del descubrimiento. En la misma, prometíamos “practicar el acompañamiento con los pueblos nativos”. La doctrina declaraba que las tierras indígenas estaban “desocupadas” siempre y cuando no hubiera cristianos presentes. Por lo tanto, las tierras consideradas “desocupadas” eran “descubiertas”, como si anteriormente fueran desconocidas para la humanidad. Esta doctrina fue utilizada como justificación por monarquías europeas, y después por el gobierno de Estados Unidos, para despojar a pueblos indígenas de sus tierras. Muchos de nosotros en esta iglesia, y que somos inmigrantes, nos hemos beneficiado de las injusticias cometidas contra los habitantes originales de esta tierra donde ahora vivimos y adoramos. Nuestra iglesia también incluye a indígenas estadounidenses y nativos de Alaska que han sido perjudicados por las injusticias cometidas. Cuando repudiamos la doctrina del descubrimiento, los luteranos prometimos hacer mejor las cosas en el futuro de lo que las hemos hecho en el pasado.

Al reconocer la complejidad de esta cuestión y las limitantes que el pecado impone a las decisiones humanas, creo que estamos llamados como iglesia a apoyar a la tribu sioux de Standing Rock: a solidarizarnos con la tribu en su búsqueda de justicia; a alentar a nuestras congregaciones a orar por ellos y ofrecer apoyo material y a analizar el racismo inherente en nuestro sistema que contribuye a la crisis actual.

Como se prometió en nuestra resolución que repudia la doctrina del descubrimiento, escucharemos a los líderes tribales y respetaremos su sabiduría.

Ofreceremos nuestra presencia cuando seamos invitados; nuestros esfuerzos de defensa de los derechos cuando sean solicitados; los recursos de nuestra gente cuando sean requeridos, y nuestras oraciones, amistad y arrepentimiento en todo momento.

Su hermana en Cristo:

Elizabeth A. Eaton

Obispa Presidente

Iglesia Evangélica Luterana en América

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:

La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

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Una mirada mayor al Catecismo menor

Por Elizabeth Eaton, Obispa presidente de la ELCA, columna de octubre de 2016 en Living Lutheran

Nota del editor: Esta es una reimpresión de la columna de julio de 2014 de la obispa presidente Elizabeth Eaton. Tal como hizo en la Asamblea Nacional de 2016, Eaton alienta a las personas a “desempolvar” su Catecismo Menor y echarle otro vistazo a los aspectos básicos de nuestra fe ahora que nos estamos acercando al 500 aniversario de la Reforma. 

Hace varios años, el obispo de mi esposo intentó iniciar un llamado al catecumenado para la diócesis con el fin de involucrar en un periodo de estudio y formación a quienes se estaban preparando para la confirmación. Lo llamamos clase de confirmación o catecismo, algo por lo que han pasado generaciones de luteranos. Pero era una experiencia nueva para los episcopales en su diócesis. Se puso a desarrollar un currículo para los posibles confirmandos, pero se encontró con resistencias. ¿Cómo consiguen los luteranos que se participe en una instrucción catecumenal de varios años? Le dije: “Hostigando quinientos años”.

Sí tenemos nuestra historia de comunicar la fe de generación en generación. Martín Lutero escribió el Catecismo Menor después de la Visitación Sajona de fines de la década de los 20 en el siglo 16, que examinó las prácticas religiosas en las parroquias de esa parte de Europa Central. Descubrió una sorprendente falta de comprensión de los fundamentos de la fe cristiana entre laicos y pastores. Así que en el Catecismo Menor proporciona una explicación concisa pero valiosa del Padrenuestro, el Credo de los Apóstoles, los mandamientos, el bautismo, la comunión, el Poder de las Llaves y la confesión.

El Catecismo Menor se convirtió en una parte importante de la formación de la fe en las familias. Millones de nosotros, a lo largo de los siglos y la geografía del mundo, lo hemos estudiado y memorizado. El catecismo ha sido un rito de pasaje en el movimiento luterano. Se podría argumentar que ninguna experiencia es más universalmente luterana que el estudio de este pequeño libro. Lo es más que el lenguaje, los himnos, la cocina o el estilo de adoración. “¿Qué significa esto?” y “Esto sin duda es muy cierto”, son dos de las frases más reconocibles del luteranismo.

Se ha dicho: “La juventud se malgasta en los jóvenes”. No estoy sugiriendo que estudiar el catecismo no sea beneficioso para los estudiantes de escuela intermedia. Pero confinar la instrucción catecumenal a ese grupo de edad y esperar discípulos plenamente formados al final del proceso probablemente sea un poco irreal.

Todo esto hace que me pregunte cómo podemos llevar nuestras tradiciones luteranas, sin vergüenza y con agradecimiento, a nuestras relaciones con asociados ecuménicos e interreligiosos. La ELCA tiene un compromiso total con el diálogo ecuménico e interreligioso. Tenemos seis asociados de comunión total: la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), la Iglesia Reformada en América, la Iglesia Unida de Cristo, la Iglesia Episcopal, la Iglesia Metodista Unida y la Iglesia Morava. Como ELCA, también reclamamos la parte evangélica de nuestro nombre. Liberados por la gracia de Dios por la muerte y resurrección de Jesús, y movidos por el Espíritu, queremos contar a todo el mundo la buena nueva.

Algunos argumentan que enfatizar nuestra identidad luterana es un impedimento para el diálogo y el evangelismo. Yo contestaría que si no tenemos claro quiénes somos y qué creemos no es posible tener encuentros profundos y auténticos con los demás. Resulta difícil mantener un intercambio significativo si lo único que se tiene para ofrecer es una mezcolanza informe.

Hubo un tiempo en la década de los 80 cuando expertos en el crecimiento de las iglesias nos conminaban a renunciar a nuestra identidad denominacional en favor de nombres más genéricos, y por lo tanto atractivos, para las congregaciones. La Iglesia Luterana de San Pablo se convirtió en la Iglesia en la Senda del Faisán. Es como vender nuestra herencia por un plato de lentejas mercadotécnicas. Por supuesto que estamos bautizados en la iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Por supuesto que nuestra identidad se encuentra en Cristo y no en un monje agustino del siglo 16. Pero hay algo distintivo en nuestra voz luterana que necesita escucharse en las conversaciones ecuménicas e interreligiosas y en la arena pública. Si no tenemos esto claro, corremos el riesgo de deslizarnos hacia el relativismo.

Podría ser este el momento perfecto para desempolvar nuestros Catecismos Menores (o encontrarlo en Adoración Evangélica Luterana, 1160) y echarle otra mirada a los fundamentos de la fe. El personal del Centro Luterano en Chicago va a hacer precisamente eso esta primavera. Me parece que lugares como Microsoft o McDonald’s se ocupan mucho de sumergir a los suyos en su cultura corporativa. Nosotros somos cristianos luteranos. Debemos conducirnos con gran humildad, pero no necesitamos pedir perdón por ser luteranos. Sería maravilloso si nosotros, como ELCA, nos preparásemos para el 500 aniversario de la Reforma en 2017 estudiando juntos el Catecismo Menor. Tenemos un lenguaje común con el que hablar de la fe, involucrarnos con las Escrituras y darle un sentido a nuestro mundo. El catecismo no es sólo para los jóvenes. Esto sin duda es muy cierto.

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América.

 

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Red de facultades y universidades de la ELCA publica declaraciones condenando las amenazas de odio

CHICAGO (ELCA) – El consejo de dirección de la Red de Facultades y Universidades de la ELCA ha publicado unas declaraciones condenando las amenazas de odio realizadas contra la facultad Bethany College en Lindsborg, Kansas, y contra William Jones, su decano.

Este mismo mes ya se habían descubierto mensajes racistas escritos con gis en el campus de Bethany. Tras el incidente, Jones recibió llamadas telefónicas de amenaza de alguien que aseguró ser el autor de los mensajes y dibujos.

La Red de Facultades y Universidades de la ELCA integra a las 26 instituciones de educación superior relacionadas con la Iglesia Evangélica Luterana en América. El consejo de dirección de la red está compuesto por los 26 decanos y rectores de las instituciones y un director ejecutivo.

En las declaraciones se manifestaba que:

“La Red de Facultades y Universidades de la ELCA ha observado con gran preocupación los incidentes en la facultad Bethany College. Como asociación de las veintiséis instituciones de educación superior relacionadas con la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés)  nos sentimos obligados a hablar en apoyo a la facultad Bethany College, nuestra institución hermana en Lindsborg, Kansas.

“Hemos sabido que este mes han aparecido amenazas de un grupo de odio en forma de mensajes escritos con gis en los caminos del campus y en mensajes comunicados por teléfono. Estos mensajes racistas se enfocaban en la familia del nuevo decano de la facultad Bethany College, William Jones, y los dos hijos birraciales del decano y su esposa. Una mayor presencia de personas de color en el estudiantado fue también el objetivo de este discurso del odio.

“Somos instituciones diferentes en la tradición luterana, pero nos levantamos como una sola en contra de estas amenazas. Junto con el decano Jones, deploramos estas acciones viles que son, como él mismo ha compartido, ‘repugnantes y completamente contrarias a nuestros valores fundamentales e identidad intelectual’.

“La Red de Facultades y Universidades de la ELCA condena los ataques racistas y amenazas de violencia realizadas en contra del decano, su familia y los miembros de la comunidad de Bethany College. Tal comportamiento es contrario a los valores humanos, cristianos y americanos. Toda persona de buena voluntad estará de nuestro lado contra el racismo, la intolerancia y el odio que se encuentran en la raíz de estos ataques recientes”.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:
La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

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¿Cómo va a saberlo la gente?

Por Elizabeth Eaton, Obispa presidente de la ELCA, columna de septiembre de 2016 en Living Lutheran

El miércoles 10 de agosto, los miembros con derecho a voto de la Asamblea General de la ELCA de 2016 recibieron el documento “Declaration on the Way” (Declaración sobre el camino). De entre nosotros, más del 99 por ciento afirmó esta importante declaración ecuménica en la que los luteranos y los católicos romanos han alcanzado acuerdos sobre 32 puntos relativos a la comunión, el ministerio y la iglesia, declarando que éstos ya no dividen a la iglesia. Cincuenta años de diálogo ecuménico en los Estados Unidos y en todo el mundo llevaron a este punto.

Cuando se le preguntó si la declaración nos situaba un paso más cerca de compartir la eucaristía entre luteranos y católicos romanos, el obispo Denis Madden, copresidente católico del grupo de trabajo para el diálogo, respondió afirmativamente. Hubo lágrimas de alegría. La asamblea respondió con una ovación en pie.

Más tarde ese mismo día, esa pregunta se hizo durante la conferencia de prensa sobre la decisión de la asamblea relativa a la declaración: “¿Cómo se daría a conocer este acuerdo histórico y cómo afectaría a la vida de los feligreses ordinarios?” ¿Cómo se convierte el trabajo de teólogos y la decisión de una asamblea nacional en parte de la experiencia de vida de los feligreses luteranos y católicos romanos? ¿Cómo se puede prevenir que esta decisión importante se convierta en sólo uno de los momentos felices compartidos por los miembros con derecho a voto de la asamblea de agosto de 2016?

¿Y qué pasa con todas las demás decisiones importantes que se tomaron? ¿Qué pasa con la iniciativa AMMPARO y con la creación de una lista unificada de la palabra y el servicio? ¿Qué pasa con los memoriales que llaman a la ELCA a profundizar en sus relaciones con las Iglesias Negras Históricas; a repudiar la doctrina del descubrimiento; a trabajar por un futuro energético responsable, por la paz con justicia en Tierra Santa; a dar la bienvenida a los refugiados; a apoyar al personal militar, los veteranos y sus familias; a recibir generosamente los dones de los miembros afroamericanos de la ELCA, y a mirar las estructuras dentro de esta iglesia que levantan barreras a la plena inclusión?

¿Y qué pasa con todos los demás maravillosos eventos no legislativos en la asamblea: un llamado a que la ELCA lea unida el Catecismo Menor de Martín Lutero a partir de ahora y hasta el 31 de octubre de 2017; el llamado a la acción de Leymah Gbowee, luterana galardonada con el Nobel; los informes del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial y de la Respuesta Luterana ante Desastres; las vidas a las que estamos alcanzando y que estamos cambiando gracias a Siempre siendo renovados: la campaña por la ELCA? ¿Y la conversación que estamos manteniendo en la organización nacional sobre las prioridades en el proceso de Called Forward Together in Christ (Llamados a avanzar juntos en Cristo)?

La asamblea no era una convención política nacional, sino que era el pueblo de Dios unido diariamente alrededor de la palabra y los sacramentos, participando en la oración y abierta al movimiento y guía del Espíritu.

Pero regreso a las preguntas que se hicieron durante la conferencia de prensa: ¿cómo conocerán las personas lo que sucedió durante esta asamblea y cómo se convertirán estas acciones y experiencias en parte de nuestra vida juntos?

No es la primera vez que he oído esta pregunta u otras similares. Es como si la gente quisiera, necesitase o esperase algún tipo de directiva o programa, o incluso permiso, de alguien (¿la obispa presidente?) o de algún sitio (¿la organización nacional?) para sacar estas cosas a la luz y a la vida de sus congregaciones. No tiene por qué ser así. Asistieron a la asamblea aproximadamente 960 miembros con derecho a voto y casi 500 participantes en la Asamblea de la Gracia, junto con visitantes, presentadores y miembros del personal. Cerca de 2,000 personas, la mayoría de las cuales son miembros de congregaciones de la ELCA, miraron y escucharon lo que sucedió en Nueva Orleans. Miles de ustedes han leído lo que se contaba de la asamblea en esta edición de la revista en inglés Living Lutheran. Movilícense.

Si tu pasión es explorar la Declaración sobre el Camino con la parroquia católica romana local, únete a un par de miembros de tu congregación y ofrezlo a tu pastor: “Pastor, creemos que es importante y queremos trabajar con usted. Organizaremos el evento, la logística, las invitaciones, la publicidad, los conferencistas, el formato, ¡hasta los refrescos!” Pueden hacer lo mismo en su conferencia o sínodo.

El punto es que todos somos la ELCA. La labor nos pertenece a todos nosotros.

¡Pongámonos a trabajar!

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América.

 

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La ELCA avala las normas para los debates presidenciales

CHICAGO – La Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) se ha unido a grupos de fe y otras organizaciones para avalar las normas de conducta que regirán los inminentes debates presidenciales. Las normas han sido propuestas por el Instituto Nacional para el Discurso Civil.

El instituto creó normas para los candidatos presidenciales, los miembros del público y los moderadores. Las normas para los candidatos esperan que se respeten mutuamente en su lenguaje y en su comportamiento, y que den a conocer sus ideas y sentimientos sin faltar deliberadamente al respeto a los demás.

Las normas para el público incluyen que se enfrenten a la falta de educación recordando a los candidatos que eso no es aceptable. De los moderadores se espera que pidan cuentas a los candidatos exhortando a cada uno de ellos a decir la verdad y a actuar con integridad.

Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la ELCA, abordó el discurso cívico en su columna de mayo de 2016 para la revista en inglés Living Lutheran.

“Entiendo que el mundo es un lugar peligroso; entiendo que muchas personas en nuestro país se sienten ignoradas y abandonadas”, escribió Eaton. “Existen preocupaciones legítimas sobre seguridad, política externa y política nacional. Los candidatos y partidos políticos tienen el deber de hablar de esas preocupaciones y defender la opinión de su plataforma”.

Eaton enfatizó, sin embargo que “el discurso político que no asegure que el ‘otro’ sea tratado con el mismo respeto y cariño que desearíamos para nuestro hermano, hermana, padre o madre no es lo que Dios tiene en mente para la comunidad amada de Dios”.

La ELCA se ha preocupado desde hace mucho tiempo porque el discurso público se conduzca con civilidad y justicia. El pronunciamiento social de la ELCA de 1991, “The Church in Society: A Lutheran Perspective” (La iglesia en la sociedad: una perspectiva luterana), dice que “los cristianos tienen que preocuparse por los métodos y el contenido de la deliberación pública”.

Más recientemente, el Sínodo de la ELCA del Área Metropolitana de Washington, D.C., expresó esta preocupación al aprobar una resolución titulada “Current American Political Discourse” (El actual discurso político americano). En la resolución, el sínodo “rechaza las expresiones públicas de odio, miedo e intolerancia que se están realizando en las actuales campañas políticas y anima a los líderes nacionales y locales a abrazar con valor, de forma inequívoca y responsable, los valores de la compasión, el honor, el respeto, la cooperación y el compromiso que ocupan el corazón y el alma de los Estados Unidos”.

El pronunciamiento social de la ELCA “Church in Society” (La iglesia en la sociedad) se encuentra disponible en bit.ly/2d5YJ9H.

La columna de Eaton se encuentra disponible en español en este blog, bajo el nombre “Ama a tu prójimo, y en inglés en este enlace: livinglutheran.org/2016/05/love-your-neighbor/.

Una mayor información sobre las Normas de Conducta para los Debates se encuentra disponible en bit.ly/2d2mrR4.

 

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:
La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

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Ama a tu prójimo

Por Elizabeth Eaton

“Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? ‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente’ —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas” (Mateo 22:36-40).

A fines de marzo de este año pasé una maravillosa semana con el obispo y líderes ordenados del Sínodo de Montana en su conferencia teológica anual. Y aún más gratificante fue que se nos unieron el obispo y clérigos de la Diócesis Episcopal de Montana, así como Michael Curry, obispo presidente de la Iglesia Episcopal. Existen muchas cosas que son propias de cada una de nuestras tradiciones específicas, pero resultó obvio que compartimos muchas más cosas. En cierto momento de la presentación, Curry se inclinó hacia mí y me dijo que si cerraba los ojos podría jurar que se encontraba en una de sus propias reuniones.

Durante la conversación, dos participantes, uno luterano y otro episcopal, destacaron que otros líderes cívicos y religiosos habían hecho declaraciones públicas sobre la necesidad de un discurso civil durante esta temporada de elecciones y se preguntaban si los líderes de la ELCA y la Iglesia Episcopal podrían hacer lo mismo. Ambos dejaron claro que no querían una declaración política o un aval a un partido o candidato. Lo único es que pensaban que parte de la retórica ya no resultaba atractiva para lo mejor de nosotros mismos, sino que se estaba abriendo la puerta a la división y la desconfianza. Querían saber si sus comunidades de fe podrían decir algo a nuestra gente que pudiera generar algo de claridad y esperanza.

Merece la pena mencionar que la primera parte de la Primera Enmienda tiene que ver con la libertad religiosa: “El Congreso no promulgará ninguna ley que se aboque a la adopción de una religión o que prohíba el libre ejercicio de la misma”. Para cuando se redactó la Carta de Derechos, los Estados Unidos ya eran el hogar de aquellos a los que, por lo menos, se les había impedido de alguna manera el ejercicio de su vida religiosa por causa de una religión establecida en su anterior país y en este país. Disidentes de Inglaterra, católicos romanos y cuáqueros habían enfrentado la oposición y represión por parte del estado. La Primera Enmienda pretendía mantener las manos del gobierno fuera de la religión. No fue pensada para evitar que la comunidad religiosa hablara al gobierno o participara en el mismo.

Los luteranos no se retiran del mundo. Martín Lutero creía que las personas de fe tienen el deber de participar en la esfera política y, en caso de ser necesario, pedir cuentas a las autoridades civiles. También ofreció esta útil explicación del octavo mandamiento: “Debemos temer y amar a Dios de modo que no mintamos a nuestro prójimo, ni le traicionemos, ni le calumniemos, ni le difamemos, sino que le disculpemos, hablemos bien de él e interpretemos todo en el mejor sentido” (Catecismo Menor).

Pero veamos lo del discurso civil en esta temporada política. Entiendo que el mundo es un lugar peligroso; entiendo que muchas personas en nuestro país se sienten ignoradas y abandonadas. Existen preocupaciones legítimas sobre seguridad, política externa y política nacional. Los candidatos y partidos políticos tienen el deber de hablar de esas preocupaciones y defender la opinión de su plan.

Durante la reunión teológica, Curry destacó la respuesta de Jesús al abogado en la que decía que el amor a Dios y el amor al prójimo, así como el estándar por el que tratamos a los demás, deben ser nuestra forma de participar en la sociedad. El discurso político que no asegure que el “otro” sea tratado con el mismo respeto y cariño que desearíamos para nuestro hermano, hermana, padre o madre no es lo que Dios tiene en mente para la comunidad amada de Dios.

Somos un pueblo de la Pascua. Hemos sido redimidos por el indescriptiblemente bello acto de amor de Jesús en la cruz. Pido que nosotros, y los candidatos a un cargo de servicio público, recordemos que se nos ha confiado un mundo redimido y que siempre debemos recordar que Cristo también murió por aquellos que no están de acuerdo con nosotros.

Mensaje mensual de la obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América. Esta columna se publicó por primera vez en la edición de mayo de 2016 de la revista en inglés The Lutheran. Reimpreso con permiso.

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La obispa presidente de la ELCA hace públicas unas declaraciones con motivo del 15 aniversario del 11/9

CHICAGO (9 de septiembre de 2016) – La reverenda Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) ha hecho públicas unas declaraciones con motivo del 15 aniversario del 11 de septiembre de 2001, los atentados terroristas contra los Estados Unidos.

11 de septiembre de 2016

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar. Salmo 46

 

11 de septiembre del 2001. Al igual que muchos de ustedes, recuerdo exactamente dónde me encontraba cuando escuché la noticia de que Estados Unidos había sido atacado. Recuerdo la confusión, el miedo, la impotencia y la ira de esos días posteriores al ataque y la profunda tristeza por las miles de personas que perdieron la vida.

Eso fue hace 15 años. Mucho ha sucedido en nuestra nación y en el mundo. Hemos estado en guerra. Nos hemos acostumbrado a las amenazas terroristas y a los controles de seguridad de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés). Nos hemos adaptado a un nuevo estado de normalidad. Nos sentimos menos seguros.

Este año, el “Domingo de la Obra de Dios. Nuestras Manos” coincidió con el 11 de septiembre. Debemos darnos un tiempo para recordar dónde nos encontrábamos ese terrible día hace 15 años. Pero también debemos analizar dónde nos encontramos ahora. Hay voces que piden a gritos la sospecha y la división. Hay voces que prometen que, por nuestro propio esfuerzo, podemos garantizar nuestra propia seguridad, por la fuerza si es necesario. El sentido de unidad que surgió de las cenizas de las Torres Gemelas ha desaparecido. Esta no es una buena postura, ni la postura a la que Dios nos ha llamado a tomar como iglesia.

Stephen Bouman, director ejecutivo de la unidad de Misión Doméstica de la ELCA y ex obispo del Sínodo Metropolitano de Nueva York, cuenta esta historia sobre uno de los sucesos del 11 de septiembre del 2001. Un pastor del sínodo también fungía como capellán del departamento de bomberos. El pastor vio al primer avión estrellarse contra la primera torre y corrió hacia allá. Cuando llegó, los bomberos se estaban colocando su equipo. El pastor los reunió a todos, hizo una cruz con aceite de ungir en sus frentes y oró. Luego, los bomberos corrieron hacia el edificio. Las personas que sobrevivieron contaron que podían ver las cruces brillando en las frentes de los bomberos. En esa gran oscuridad y sufrimiento, apareció la luz de Cristo.

En el bautismo, hemos sido marcados con la cruz de Cristo. Y somos enviados a los lugares oscuros del mundo. Ahí es donde estamos y donde debemos estar el 11 de septiembre del 2016. Dios nos ha dado su obra de reconciliación. Cuando vayamos a nuestras comunidades para nuestro día de servicio luciendo nuestras playeras amarillas, debemos dar testimonio del amor de Cristo, que es más fuerte que el odio; y de la vida de Cristo, que es más fuerte que la muerte. Que, unidos a la muerte y la resurrección de Cristo por medio del bautismo, podamos ser luz del mundo.

Que la paz de Cristo esté con ustedes,

Elizabeth A. Eaton

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Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América: La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en Estados Unidos con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se hallan en los escritos del reformista alemán Martín Lutero.

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Decisiones clave de la Asamblea General de la ELCA

Por Noticias de la Asamblea General del 2016

CHICAGO (16 de agosto de 2016) – Los miembros con derecho a voto de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) aprobaron varias decisiones clave durante la Asamblea General del 2016 de la ELCA celebrada en Nueva Orleans entre el 8 y 13 de agosto. La asamblea es la más alta autoridad legislativa de la iglesia.

Los 945 miembros con derecho a voto:

  • Eligieron a William B. Horne II de la Iglesia Luterana St. Paul en Clearwater, Florida, como vicepresidente de la ELCA. Horne prometió el cargo durante la adoración de cierre el 13 de agosto.
  • Aceptaron la “Declaración sobre el camino”, un documento ecuménico singular que señala un sendero hacia una mayor unidad entre católicos y luteranos. El centro del documento lo ocupan 32 “Declaraciones de Acuerdo” que especifican los puntos donde los luteranos y católicos no tienen diferencias que dividan a las iglesias en temas como la iglesia, el ministerio y la eucaristía. El documento también presenta las diferencias que se mantienen.
  • Aprobaron AMMPARO, la estrategia de la ELCA para Acompañar a los Migrantes Menores con Protección, Abogacía, Representación y Oportunidades. La ELCA desarrolló esta estrategia en base a los compromisos para defender y garantizar los derechos humanos básicos y la seguridad de los menores migrantes y sus familias; para abordar las causas de raíz de la migración en los países del Triángulo Norte de Centroamérica y en México, así como el trato que se da a los migrantes en tránsito; para trabajar por políticas justas y humanitarias que afectan a los migrantes dentro y fuera de los EE.UU.; para participar como iglesia con todos sus compañeros, afiliados y asociados en la respuesta a la situación migratoria y sus causas, y para abogar por los niños migrantes y sus familias.
  • Aprobaron la lista del Ministerio de Palabra y Servicio. A partir del 1 de enero de 2017, los asociados en el ministerio, diaconisas y ministros diaconales de la ELCA integrarán una única lista unificada del Ministerio de Palabra y Servicio. La asamblea también consideró y aprobó las enmiendas constitucionales derivadas de la lista.
  • Aprobaron la propuesta presupuestaria para el periodo 2017-2019. El presupuesto incluye una autorización del gasto corriente de fondos para 2017 de $65,296,005 dólares y una autorización de gasto para 2017 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $24.8 millones de dólares; una propuesta de ingresos corrientes de fondos para 2018 de $64,057,220 dólares y una propuesta de ingresos para 2018 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $25 millones de dólares; una propuesta de ingresos corrientes de fondos para 2019 de $64,151,175 dólares y una propuesta de ingresos para 2019 del Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial de $25 millones de dólares, y autoriza al Consejo Eclesial para establecer una autorización de gasto después de la revisión periódica de los cálculos revisados de ingresos.
  • Aprobaron varias memorias –o propuestas– de los 65 sínodos de la ELCA. Además de las memorias consideradas “en bloque”, la asamblea aprobó por separado lo siguiente: profundizar en las relaciones con las iglesias negras históricas; avanzar hacia un futuro energético responsable; repudiar la Doctrina del Descubrimiento; promover la paz con justicia en Tierra Santa; promover la justicia para Tierra Santa por medio de una inversión responsable; luteranos de origen africano; llamado al discernimiento sobre la política extranjera y militar de los EE.UU; acoger a los refugiados, y apoyar al personal militar, a los veteranos y a sus familias.
  • Eligieron miembros para prestar sus servicios en: El Consejo Eclesial, los servicios de Portico Benefits Services, el Fondo de Inversión para la Misión, la Casa Editorial Augsburg Fortress, el Comité de Disciplina y el Comité de Nominaciones.
  • Adoptaron enmiendas a la Constitución, Reglamentos y Resoluciones Concurrentes de la ELCA.

Las actualizaciones legislativas están disponibles en download.elca.org/ELCA%20Resource%20Repository/Legislative_Updates_for_the_2016_Churchwide_Assembly.pdf.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

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La asamblea de la ELCA recibe el informe final del vicepresidente, entre otras cosas

 

Por Noticias de la Asamblea General del 2016 

NUEVA ORLEANS – Tras reconocer a la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) como una iglesia del Libro de la Fe, Carlos Peña, vicepresidente de la ELCA, reflexionó sobre el capítulo 10 de Lucas al inicio de su informe final del 9 de agosto ante la Asamblea General del 2016 de la ELCA.

“Es abundante la cosecha, pero son pocos los obreros”, dijo Peña. “En ocasiones pienso que eso se debe a que hay tanta cosecha que no sabemos por dónde empezar.

“Miren dónde los ha plantado Dios. Dios los ha puesto ahí por una razón. … No se necesita viajar de un extremo a otro del país para participar en la manifestación más reciente. Su cosecha puede darse en su propio lugar de trabajo, su propio hogar, sus organizaciones, su comunidad. Hay muchas cosas que hacer cerca de casa”.

En su informe, Peña explicó las recomendaciones del Consejo Eclesial de la ELCA con respecto a las decisiones que debe considerar la asamblea, incluida la elección de un nuevo vicepresidente. Peña, quien ha prestado sus servicios en calidad de vicepresidente desde 2003, ha decidido no buscar un tercer mandato.

La primera votación para la elección de vicepresidente se celebró el 8 de agosto con 716 votos emitidos por los miembros de la asamblea con derecho a voto. Se necesitaba un total de 541 votos para resultar elegido. Los tres resultados más altos fueron: 102 votos emitidos para William B. Horne de Clearwater, Florida; 62 para Gwen Arneson de Cottonwood, Minnesota, y 45 para Thomas Madden de Rochester, Nueva York. No hubo elección esa vez.

Tras el informe de Peña, la asamblea se puso en pie para reconocer sus 13 años de servicio. A Peña se le entregó el Galardón Servus Dei, que honra a los funcionarios de la ELCA al finalizar sus mandatos.

“Damos gracias a Dios por las contribuciones realizadas por Carlos a la vida de esta iglesia”, dijo Elizabeth A. Eaton, obispa presidente de la ELCA. “Que Dios le conceda la esperanza inquebrantable en el Evangelio que proclamamos y el deleite de recordar el privilegio de servir como cuarto vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

Ese día, la asamblea también escuchó una introducción a la “Declaración sobre el camino”, presentada por Mark S. Hanson, obispo presidente emérito de la ELCA, y Denis J. Madden, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Baltimore, ambos copresidentes del grupo de trabajo de la Declaración sobre el camino. El documento resume 50 años de diálogo entre luteranos y católicos en preparación para el aniversario de la Reforma.

“El texto invita a los miembros de la ELCA a reclamar y celebrar lo lejos que han llegado los católicos y luteranos en el diálogo ecuménico, y busca inspirar a los miembros de la ELCA a continuar con la obra teológica que los luteranos y católicos han realizado juntos de una manera tan fructífera; a seguir creciendo en oración y estudio comunes, y a proseguir con la colaboración y la atención a un mundo lastimado que Dios tanto ama”, dijo Hanson.

“La esperanza es que esta declaración pueda contribuir a la reforma continua de la iglesia y a crecer en la comunión entre católicos y luteranos”, dijo Madden.

Tras concluir la presentación, Hanson dijo: “Lo que tenemos ante esta asamblea es la oportunidad para que la iglesia, guiada por su visión de la unidad cristiana y en reclamación de la gracia de Dios, dé este paso adicional ‘sobre el camino’ mientras recorremos la jornada hasta el 2017 y años posteriores”.

En otra presentación ante la asamblea, la reverenda M. Wyvetta Bullock, ejecutiva de administración de la ELCA, introdujo la propuesta presupuestaria para el periodo 2017-2019, desarrollada en consulta con el comité de presupuestos y finanzas del Consejo Eclesial y aprobada por el consejo. La asamblea considerará y votará la adopción de la propuesta presupuestaria para el siguiente trienio el 10 de agosto.

“La propuesta presupuestaria para el siguiente trienio que tienen ante ustedes gira alrededor de la misión a la que creemos que Dios está llamando a esta iglesia”, dijo Bullock. “Cada dólar representa nuestra esperanza de tocar una vida y formar parte de la obra transformadora de Dios en el mundo. Ya sea una subvención para iniciar una nueva congregación, apoyo para líderes nuevos y emergentes, acompañamiento de los asociados globales o ecuménicos, o mayordomía de la infraestructura necesaria para hacer posible que se produzca el ministerio en este país o en cualquier parte del mundo, este presupuesto representa la manera en que somos una iglesia unida para bien del mundo”.

Bullock reveló a la asamblea que la propuesta presupuestaria combinada de 2017 para los fondos operativos corrientes y el Programa de la ELCA para Aliviar el Hambre Mundial es de $90,096,005 dólares.  La mayor parte de la propuesta de ingresos proviene de los ingresos para el apoyo a la misión, calculados en $43.8 millones de dólares.  Apoyo a la misión es la parte de las ofrendas financieras regulares de las congregaciones de la ELCA que se comparte con los sínodos y la organización nacional para apoyar a los ministerios de la ELCA más allá de la congregación.

Bullock dijo que la categoría más grande en cuanto a gastos en la propuesta presupuestaria combinada está proporcionando alivio y desarrollo en este país y en todo el mundo.  Otras grandes categorías de gastos incluyen la expansión de la ELCA, el crecimiento de la iglesia luterana en todo el mundo y el apoyo y desarrollo de líderes actuales y futuros en la ELCA.

La asamblea también escuchó una introducción de AMMPARO –la estrategia de la ELCA para Acompañar a Menores Migrantes con Protección, Abogacía, Representación y Oportunidades– a considerarse durante la sesión plenaria de la tarde del 10 de agosto.

En la presentación, el reverendo Rafael Malpica Padilla, director ejecutivo para la Misión Global de la ELCA, describió las condiciones que llevan a las personas a dejar sus hogares en busca de refugio en los Estados Unidos.

“En cantidades nunca antes vistas, más de 65 millones de personas de todo el mundo se han visto desplazadas de sus hogares por la violencia, la pobreza y la marginación económica, el efecto del cambio climático en sus comunidades, la guerra y las luchas civiles”, explicó. “Como ELCA, no podemos mantenernos en silencio ni estar inactivos. Estamos emprendiendo acciones. Estamos trabajando con compañeros de todo el mundo y de los Estados Unidos para acoger al forastero y proporcionar refugio”.

Tras enfatizar que AMMPARO es una respuesta integral de toda la iglesia, el reverendo Stephen P. Bouman, director ejecutivo de la Misión Doméstica de la ELCA, dijo que la estrategia “incorpora a las tres expresiones de la ELCA: las congregaciones, los sínodos y la oficina nacional, además de a aliados estratégicos como los asociados ecuménicos, las organizaciones luteranas de ministerio social y asociados de confianza como el Servicio Luterano para la Inmigración y los Refugiados”.

“Arrancamos con este proceso escuchando a los migrantes en este viaje”, dijo Bouman. “Después de escuchar las muchas historias y mirar de primera mano las condiciones que enfrentan los migrantes en todos los puntos de este viaje, llegamos juntos a crear una iniciativa que proporcionaría una respuesta integral en todos los puntos del viaje de los migrantes. Esta iniciativa está creciendo orgánicamente pues este movimiento está reuniendo las muchas cosas que ya están sucediendo en nuestra iglesia”.

La asamblea también recibió:

  • Una visión general e introducción a las enmiendas constitucionales que se considerarán en la implementación de la lista propuesta de palabra y servicio. Esta decisión se considerará el 12 de agosto.
  • Un informe del Comité de Nominaciones.
  • Los saludos del obispo Medardo Gόmez de la Iglesia Luterana Salvadoreña en El Salvador; Beth Lewis, presidenta y directora ejecutiva de 1517 Media, también conocida como Casa Editorial Augsburg Fortress, y Patti Austin, presidenta de Mujeres de la ELCA.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

 

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La asamblea de la ELCA honra a Carlos Peña con el galardón Servus Dei

Por  Noticias de la Asamblea General del 2016

NUEVA ORLEANS (9 de agosto de 2016) – Carlos Peña, vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés) recibió el galardón Servus Dei durante la Asamblea General del 2016 de la ELCA. La medalla Servus Dei (Siervo de Dios) se concede para honrar a los funcionarios de la ELCA a la finalización de sus mandatos. Peña, quien ha prestado sus servicios en calidad de vicepresidente desde 2003, ha decidido no buscar un tercer mandato.

Una cita aprobada por el Consejo Eclesial de la ELCA en reconocimiento al servicio de Peña declara: “Durante su permanencia en el cargo, Carlos demostró un compromiso sincero con la fe y una compasión genuina por las personas de las congregaciones y comunidades de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

Al presentar el galardón, Elizabeth Eaton, obispa presidente de la ELCA, dijo: “Damos gracias a Dios por la contribución que Carlos ha hecho a la vida de esta iglesia. Aunque Carlos ha elegido poner fin a sus servicios como vicepresidente, recordamos Eclesiastés 3: ‘Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo’.

“Carlos seguirá con su dedicación al testimonio y servicio en la vida cotidiana en la variedad de otras actividades que emprenda. Al traspasar sus responsabilidades como vicepresidente a su sucesor, que Dios le conceda la esperanza inquebrantable en el Evangelio que proclamamos y el deleite de recordar el privilegio de servir como cuarto vicepresidente de la Iglesia Evangélica Luterana en América”.

En su alocución a la asamblea, Peña dijo: “Si me hubieran dicho en Milwaukee en 2003 que sería elegido vicepresidente de esta gran iglesia, yo hubiera respondido: ‘Ni hablar. Soy un empresario, el propietario de un negocio. ¿Qué sé yo de la obra de Dios? ¿Qué pueden saber estas manos de la obra de Dios?’ No hubo un solo día en Milwaukee que no le preguntara a Dios: ‘¿Por qué yo? ¿Por qué yo?’ Pero eso cambió rápidamente a ‘¿Por qué no yo?’ Y cuando Dios llamó, Dios proveyó, y me siento agradecido por ello. Han sido unos 13 años estupendos. Y gracias una vez más por todo su amor, apoyo y oraciones durante estos años. Gracias sean dadas a Dios”.

La asamblea –la más alta autoridad legislativa de la ELCA– se reunirá en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial en Nueva Orleans. Reunidos en torno al tema “Freed and Renewed in Christ: 500 Years of God’s Grace in Action” (Liberados y renovados en Cristo: 500 años de la gracia de Dios en acción) entre los asuntos de la asamblea se encuentran los preparativos para celebrar el 500 aniversario de la Reforma en 2017.

Sobre la Iglesia Evangélica Luterana en América:La ELCA es una de las mayores denominaciones cristianas en los Estados Unidos, con más de 3.7 millones de miembros en más de 9,300 congregaciones en los 50 estados y la región del Caribe. Conocida como la iglesia de “La obra de Dios. Nuestras manos”, la ELCA enfatiza la gracia salvadora de Dios por medio de la fe en Jesucristo, la unidad entre los cristianos y el servicio en el mundo. Las raíces de la ELCA se encuentran en los escritos del alemán Martín Lutero, reformador de la iglesia.

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