Heidi Hagstrom​

Para cualquier persona, la enseñanza favorita de las que nos dejó Jesús es: «Así que los últimos serán primeros, y los primeros, últimos» (Mateo 20:16). Esa persona, hombre o mujer, quiere saber cuándo va a suceder. Cuándo será que pueda llegar a «gozar de los lujos que [el 1 por ciento] da por sentado». Aparentemente piensa que el 1 por ciento son «los primeros».

En respuesta a su duda, el sabio maestro se pregunta si esa inquisidora persona se da cuenta de lo que quería decir Jesús. En el reino de Jesús no hay primeros ni últimos; no hay ganadores ni perdedores; no hay elegidos ni no elegidos, no hay verdaderos creyentes ni infieles. «El reino [de Dios]», dice el sabio maestro, «no es un juego de suma cero donde el ganador se lo lleva todo y nos enfrenta a nosotros contra ellos’, sino una celebración positiva donde nos unimos todos». El sabio maestro sugiere a continuación que la persona inquisidora decida dejar de jugar su juego para jugar el juego de Jesús.

¿Qué pasaría si lo hiciéramos? ¿Qué tan diferentes serían nuestras experiencias en Detroit si nuestro enfoque se concentrara únicamente en una celebración positiva donde nos unimos todos. Tengo algunas ideas.

Mutualidad
Pidan al Espíritu Santo que les ayude a dar y recibir confianza mientras crecen juntos con otros luteranos y ciudadanos de Detroit.

Inclusividad
Pidan al Espíritu Santo que amplifique su conciencia de las personas que de otro modo podrían quedar excluidas o marginadas y que refuerce su decisión de recibirlos con los brazos abiertos, no por piedad u obligación sino con un espíritu de amor y respeto.

Vulnerabilidad
Pidan al Espíritu Santo que les dé la fuerza para mostrar su auténtico yo –incluso las partes que consideren malas o negativas– y confiar en que otros formen una conexión con ustedes ahí donde se encuentran.

Empoderamiento
Pidan al Espíritu Santo que aumente su conciencia para mirar el momento en que asumen el poder o en que actúan como si tuvieran todo el poder, y pidan la humildad para dar su poder a otros.

Sustentabilidad
Pidan al Espíritu Santo que les ayude a concretar un compromiso deliberado de atención y tiempo para escuchar reflexivamente las historias del otro e invertir en su prosperidad.

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